El riesgo de predicar la gracia


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Cada creyente es responsable delante de Dios de corregir su carácter, de servir a Dios en el círculo del hogar y la iglesia, de expresar el amor y la caridad hacia sus semejantes. El cristianismo de hoy piensa que amenazando con el infierno a los que no viven de esta manera logrará que sean más celosos de Dios. Esto es como pedirle a una prostituta que ofrezca amor sincero cuando se le paga por sus servicios. El amor y celo por Dios no lo producen las amenazas del infierno. Si el susurro amoroso de la gracia no lo engendra, menos lo hará los terrores del Sinaí.

Ser balanceado en nuestras doctrinas no significa predicar más ley, o más subjetivismo, significa ponerlo todo en el marco de la gracia y el evangelio. Si al hacerlo las personas procuran sus excusas para obrar contrario a la verdad, esto no se debe a la verdad, sino en su carnalidad que toma la verdad como excusa para obrar conforme a sus intereses y no la gloria de Dios. Que no se acuse al evangelio de promover el libertinaje, es la negligencia y la frialdad las que impiden el avance en la vida Cristiana.

A Pablo se le acusó de enseñar que debía hacerse males para que vinieran cosas buenas, que se debía pecar para que la gracia abundara. Y será la misma acusación contra los predicadores del evangelio. El celo por honrar a Dios por medio de las obras, conduce a muchos a rechazar la gracia. Predicar la gracia y suficiencia de Cristo en la salvación siempre es un riesgo. Martyn Lloyd-Jones lo expresó muy bien al decir:

“La verdadera predicación del evangelio de salvación por gracia y solamente por gracia siempre conduce a la posibilidad de que se le impute este cargo. No hay mejor prueba para saber si un hombre está realmente predicando el evangelio de salvación del Nuevo Testamento que ésta: que algunas personas malinterpreten el sentido de la gracia y digan que al haber sido salvadas por gracia, ya no importa qué hagan; que pueden seguir pecando todo lo que quieran porque de esa manera redundará en mayor gloria para la gracia. Esta es una autentica prueba de la predicación del evangelio. Si mi predicación y presentación del evangelio de salvación no corren el riesgo de esa mala interpretación, entonces no es el evangelio” (El despertar de la Gracia, pág. 38).

Yo por mi parte prefiero correr ese riesgo que abandonar el evangelio.

 

 

5 thoughts on “El riesgo de predicar la gracia”

  1. Excelentes y muy acertados sus comentarios
    Dios les continue bendiciendo en su ministerio de Predicar la Verdad y les siga usando para su Honra y Gloria
    Saludos desde Costa Rica

    1. Gracias, mi hermana. Invite a otros a que se suscriban a mi página. Dios continúe enriqueciendo su mente con el conocimiento de la gracia de Cristo.

  2. Bueno, es verdad siempre hay ese mal entendimiento de lo que es la gracia, porque en muchas iglesias en Estados Unidos se dice que con haber orado la oración de “aceptar a Cristo en su corazón”, ya fue salvo y que no importa como viva. ”Si vivimos para Cristo vivimos”, no es fe la que no lleva obras. Amen por el “Sola Fide”, si es por medio de la fe, Efesios 8, por la gracia: el favor inmerecido, incondicional, pero es gracia nos ensena a vivir justamente, Tito 2:11-12, negando la impiedad aunque caemos muchas veces en el camino, pero el justo se vuelve a parar, pero si Dios nos salvó, no por nuestro mérito propio, fue El quien lo logra ,quien persevera por nosotros. Así que solo a El sea la gloria.

    1. Estamos de acuerdo en que la fe debe ser real, debe haber una convicción que mueva al creyente a refugiarse únicamente en Cristo. Pero esta fe que salva nada tiene que ver con la vida cristiana. No estoy diciendo que la vida del cristiano no sea importante, más bien que Dios NO la considera para nuestra salvación por ser imperfecta. No confundamos el papel de la fe en la salvación con los frutos de la fe en la vida cristiana. En la salvación nuestra fe se encuentra sola, en la vida cristiana se viste de imperfectas buenas obras. Para nuestra salvación Dios no toma en consideración nuestras imperfectas buenas obras, porque, si nos juzgara conforme a ellas, tendría que condenarnos. Al hablar de salvación no podemos decir: “no es fe la que no lleva obras”, al contrario he ahí la naturaleza de la fe salvadora, procura su justificación aparte de las obras. Por otro lado, si estuviésemos hablando de la conducta del creyente en el mundo, entonces tendríamos que sostener que donde no hay obras es porque no existe la bendita fe que descansa solamente en Cristo, sin obras.

      Nuestra perseverancia es un fruto de la fe y por lo tanto entra en la categoría de imperfectas buenas obras, y no puede justificarnos. Cristo no persevera por nosotros en nuestro interior, él perseveró, un acto pasado. Porque perseveró hasta el fin, logró la victoria que ahora nos justifica. Salvación por gracia significa que Dios pone a un lado nuestra perseverancia imperfecta y nos imputa la perfecta perseverancia de Cristo. El venció y nosotros lo hicimos en él.

  3. muy bien detallada la informacioN y muy concordante con lo que dicela biblia y explica el pastor lo que mas me gusta es cuando dice que si
    Dios nos juzgara conforme a nuestra obras tendria que condenarnos,ya que la biblia dice que no hay justo ni uno porque somos incapases de cumplir la ley

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