Predicando en los desiertos
¡Y qué pocas son las ocasiones que no se predica de este modo en estos tiempos! Tiempos desiertos para todos los predicadores; tiempos sordos, que no quieren oír sermones de ningún género: los únicos medios de manejarlos son el palo, el oro, y la risa: agentes invencibles que se abren paso por dondequiera, y para los cuales no hay desiertos, Leer más [...]