Cómo vivimos la vida crucificada
Para Pablo la carne es tanto el modo de existencia en debilidad en la cual viven todos los hombres que pertenecen a este mundo, como también una fuerza que se opone a la justicia de Dios. Y ésta se manifiesta en la forma de un hombre religioso que pone su confianza en lo que es o en lo que hace. El cristiano vive su vida crucificada cuando rehúsa vivir de este modo (Filipenses 3:3). La persona puede tener una biblia bajo el brazo, predicar en el púlpito, llevar una vida de excelencia moral, sin embargo, eso no es lo que lo define como crucificado con Cristo. Leer más [...]