Dios escribe en la pared
Entonces Daniel respondió y dijo delante del rey: Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a otros. Leeré la escritura al rey, y le daré la interpretación. El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían delante de él. A quien quería mataba, y a quien quería daba vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba. Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria. Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre él al que le place. Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto; sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste. Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esta escritura. Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas (Daniel 5:17-28).
Algunos han utilizado este verso para probar el supuesto lenguaje angelical. Sin embargo, las palabras que se escribieron no provienen de un lenguaje desconocido. Se las escribió en el idioma arameo oriental o caldeo con el mismo significado en hebreo, un idioma que Daniel conocía y el rey también. La inquietud del rey es su significado, qué le comunican, que pretende decir esta mano que, misteriosamente, aparece escribiendo en la pared. Daniel de inmediato reconoce las palabras y le da la interpretación de ellas. Lo difícil no era leerlas sino decir cuál era el mensaje que contenían. El argumento de que esta escritura es en el lenguaje angelical no tiene ninguna validez.
En otras lenguas hablaré a este pueblo
“En lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablaré a este pueblo” (Isaías 28:11).
Primero veamos la interpretación del pasaje que ofrece un defensor de las lenguas angelicales:
“EL TARTAMUDEO es cuando comienza a temblar tus labios y tu lengua. Si esto te sucede habla claramente, en fe. Esto es señal de que hay otra lengua presente… la Biblia dice “En lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablaré a este pueblo” (Isaías 28:11). En este punto muchos impiden que el Espíritu Santo se manifieste, porque persisten en hablar su propia lengua (Español), cuando Él nos está guiando, dulcemente, a hablar su lenguaje, a su modo de hablar. VAS A SEGUIR TARTAMUDEANDO MIENTRAS PERSISTAS EN HABLAR EN TU LENGUA NATIVA. Cuando comiences a balbucear, INMEDIATAMENTE deja de tratar de hablar en tu idioma conocido y comienza a hablar en lengua desconocida. No se puede hablar dos idiomas al mismo tiempo, ES IMPOSIBLE. Nadie lo intenta en lo natural. Cuando sientas que Dios está presente para bautizarte, no estorbes a Dios con repetición de palabras o de frases conocidas en su lengua conocida”.
Ahora veamos de que habla Isaías. El profeta comienza con un mensaje de amonestación y juicio:
Isaías 28
Condenación de Efraín
1¡Ay de la corona de arrogancia de los ebrios de Efraín,
y de la flor marchita de su gloriosa hermosura,
que está sobre la cabeza del valle fértil
de los vencidos por el vino!
2 He aquí que uno, fuerte y poderoso, de parte del Señor,
como tormenta de granizo, tempestad destructora,
como tormenta de violentas aguas desbordadas,
los ha lanzado a tierra con su mano.
3 Con los pies es hollada la corona de arrogancia de los ebrios de Efraín.
4 Y la flor marchita de su gloriosa hermosura,
que está sobre la cabeza del valle fértil,
será como el primer higo maduro antes del verano,
el cual uno ve,
y tan pronto está en su mano se lo traga.
Dios pretende destruir a la nación en castigo por su idolatría. Eligió al rey de Siria y al de Babilonia para ejecutar sus juicios y someter a Israel a la esclavitud. Moisés, siglos antes, lo había profetizado:
“servirás, por tanto, a tus enemigos que enviara Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. Jehová traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas; gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño” (Deuteronomio 28:48-50).
Las naciones que servirían como látigo para castigar a Israel vendrían con un lenguaje que ellos no conocían. El profeta Isaías les dice: “con tartamudez de labios y en lengua extranjera, él hablará a este pueblo” (versión Valera). La palabra tartamudo literalmente se traduce como “mofa”, “burla”. Es cuando una persona trata de hablar un idioma que no conoce. Pablo, en corintios, habla de personas que no conocen el idioma como “bárbaros”. La palabra Bárbaro procede del griego, su significado inicial era “extranjero”, en el sentido de “los que balbucean” o de “los que no conocen el griego”. Cuando los griegos escuchaban a otros hablar su idioma lo percibían como si estuvieran diciendo: bar-bar bar bar, de aquí bárbaro.
El profeta les está diciendo que cuando sus enemigos vengan y los tomen cautivos se mofarán de ellos con su lengua extranjera, muy probable intentando imitar a los judíos hablando. La versión NIV traduce el mismo texto: “Pues bien, Dios hablará a este pueblo con labios burlones y lenguas extrañas”. Por lengua extranjera o lengua extraña se alude a los idiomas de estas naciones. Cuando el profeta expresa que Dios les hablará en la lengua de las naciones no tiene que ver con la comunicación de un mensaje especial o la revelación de alguna verdad que los habrá de edificar; mas bien que les hablará por medio de los juicios que ejecutará por manos de ellas. Jeremías decía: “Aunque los aventé con aventador hasta las puertas de la tierra, y dejé sin hijos a mi pueblo y lo desbaraté, no se volvieron de sus caminos (Jeremías 15:7). Dios les habló mediante sus juicios, aun así la malvada Israel no se volvió de sus caminos. Pretender que aquí se habla de una lengua angelical o el tipo de jeringonza practicado hoy día, es torcer el pasaje.
Cuando Pablo emplea el pasaje en el Nuevo Testamento lo hace para mostrar que las lenguas son una señal para los incrédulos. Como Dios habló por medio de las lenguas extranjeras en señal de su juicio sobre la nación, de igual manera lo volvería a hacer con el don de lenguas en señal de juicio sobre aquellos que rechazaron al Mesías. También podemos ver en esto la aceptación de los gentiles, las naciones estarían aceptando el Mesías que Israel rechazó y por medio de ellos Dios hablaría a su pueblo, nuevamente.